Ejercicio

Desde la teoría microeconómica se ha revelado que los servicios de precio nulo generan una demanda superior al nivel óptimo. Aparecen así las colas y los mecanismos ilegales para redistribuir los recursos escasos. Recientemente, las políticas para la sanidad pública española apuntan a reducir el uso superfluo.

Una posible solución propuesta por la Administración es concienciar a los pacientes de los costes sanitarios y de la necesidad de su uso racional. En consecuencia, en octubre de 2010 un hospital de Marbella empezó a entregar a sus clientes facturas informativas junto con el alta médica. Mientras que el paciente no tenía que abonar nada, dichas facturas indicaban el coste exacto de los servicios médicos recibidos, incluyendo gastos directos e indirectos. Para poder proporcionar estas “facturas sombra” fue necesario implantar un sistema informático de contabilidad analítica que maneja los datos de cada paciente y hospital. En su primera fase, el sistema calculaba los costes de cataratas, vesículas y hernias, que suponían un 33% de las todas las intervenciones en el sistema público andaluz. A finales del 2011, la Administración esperaba extender su uso a todos los 45 hospitales de Andalucía, a toda la red de atención primaria y a los 40 procesos más frecuentes. De modo similar, un proyecto en Cataluña preveía incluir la “factura sombra” en la carpeta sanitaria personal del paciente a finales del primer trimestre del 2011.

Caso preparado por Mircea Epure.

Guía de discusión

(1) ¿Son eficientes las facturas sombra? ¿De qué dependería su éxito? (2) ¿Es importante considerar el tipo de paciente y los diversos modelos de comportamiento humano al evaluar dicho sistema? ¿Por qué? (3) ¿Cuál es el precio real del servicio, evaluado por el usuario? (4) ¿El coste y la funcionalidad del servicio vienen afectadas en algún modo por la “factura sombra”? (5) Evalúa la eficiencia de las “facturas sombra” en comparación con otros métodos de reducir el excedente de la demanda. Por ejemplo, otras soluciones posibles serían aumentar la capacidad de los ambulatorios (o abrir nuevos ambulatorios), cobrar una tasa cada vez que un paciente acude al médico, limitar el uso por los mayores, etcétera. (6) Aplica las reflexiones sobre las “facturas sombra” a la transparencia de otras políticas de precios y gastos públicos. Relaciona tu respuesta con la visibilidad de las tasas y los impuestos pagados como retención de los sueldos mensuales (ya se trate de Seguridad Social o IRPF), y la exhibición de los precios con o sin IVA en las tiendas.

Análisis

B. Arruñada: Podría entenderse que las facturas sombra enfatizan de hecho más el valor que el coste de los servicios. Vienen a decir al usuario de los servicios públicos: “Mira que regalo tan costoso te hago”. Como, simultáneamente, se mantiene al ciudadano a oscuras acerca de lo que ha ido pagando en impuestos (vía retenciones e IVAS más o menos ocultos) posiblemente distorsionan la valoración del beneficio neto: la diferencia entre lo que le dan y lo que ha pagado.



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